Historia de la batalla contra la supervivencia, un animal
que tuvo que ponerse por encima de los demás. Ésta lucha es lo que nos hace
humanos.
Investigación en África sobre nuestro pasado, de qué manera
desarrollamos la inteligencia, el lenguaje…
Los fósiles están en África que es donde tuvo lugar toda la
historia y los acontecimientos críticos de la especie humana.
Entre los restos de cientos de criaturas, se encuentran los
restos de tres de los primeros miembros de nuestro árbol genealógico. Son tres
seres diferentes pero con características humanas.
Los tres comparten al menos una señal de que son humanos,
pero solo una de estas criaturas es nuestra antepasada.
El australopitecus afarensis: pequeño y con poco cerebro,
que consiguió erguirse y andar sobre dos piernas.
Homo erectus: su cerebro era dos tercios del tamaño del
nuestro, consiguió utilizar herramientas y descubrir el fuego.
El primer homo sapiens: nuestro mismo aspecto y un cerebro
similar.
Los investigadores de fósiles estuvieron durante muchos años
buscando el eslabón perdido de la evolución humana, esperando encontrar una
criatura con un gran cerebro.
Descubrieron un fósil cuyo cerebro era mayor que el de un
simio y con la pelvis parecida a la nuestra, lo que quiere decir que ese individuo
caminaba sobre dos patas. Los científicos lo llamaron Australopitecus
Afarensis, con el apodo de “Lucy”. Sobrevive por su instinto más que por su
intelecto, pero su bipedismo le permite coger cosas y obtener mejor comida.
Hace 3 millones de años un grupo de Afarensis vivía en una
llanura, un día un volcán entró en erupción, cubrió el paisaje con una capa de
fina ceniza, que se transformó en cemento. Dos afarensis dejaron sus huellas en
la ceniza.
Gracias a las pisadas se pudo volver a construir el perfil
del afarensis. Calculan que medían entre 1’2 y 1’5 metros. Las huelas indican
que caminaban erguidos y normalmente en grupos. Apoyados sobre el dedo gordo.
Se realiza una investigación transformando a un hombre en un
australopitecus afarensis, éste se paseará por las calles para ver la reacción
de la gente, y si encuentran algo similar entre ellos mismos y esta
representación.
La gente duda entre si es un hombre-mono o un simio, opinan
que tiene cuerpo de mono pero en la cabeza para humano.
El oído delo afarensis era tan bueno como el nuestro, la
vista para ellos eran más importantes que el olfato, como para nosotros.
Estaba desarrollando aspectos humanos pero se le concibe más
como un hombre que como un humano. No tiene la capacidad del lenguaje, ni de la
utilización de herramientas, no era muy listo y era muy peludo.
El siguiente candidato es el Homo Erectus. Su característica
más notable es su enorme cráneo, con más del doble de la capacidad del
afarensis. Su cerebro es dos tercios del volumen del cerebro de un hombre
moderno, pero eso le sirvió para, además de andar a dos patas, sobrevivir mucho
más tiempo que el afarensis. Cuando se extinguió su cerebro había aumentado.
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